sábado, 10 de octubre de 2009
Casa Rodante
Que animal tan extraño y sorprendente el caracol. veo muchos en mi jardín, de distintos tamaños, no puedo evitar detenerme a observarlos. Me llaman la atención. Los veo desplazarse como pequeñas casas rodantes. Me pregunto como vivirán ahí dentro? Como será el interior de esas casas? No es genial que se muevan con su casa a cuestas?
Me producen una rara mezcla de sensaciones. No puedo dejar de sentir cierto asquito por lo babosos y viscosos. También me atraen y me maravillan. Me parecen bien diseñados. Cada caracol nace diminuuuuto y con una caparazón muy chiquita. Cuando va creciendo y necesitando espacio cierra una sección y agrega una cámara nueva. Cada cámara es más grande que la anterior formando así una espiral logarítmica. De ahí su forma en espiral. Su diseño está pensado desde el principio para ir creciendo en forma escalonada y formar un hermoso dibujo en su fachada.
Pero su cuerpo, sus tentáculos, sus formas gomosas, me transportan a un mundo de criaturas salvajes temerosas, alimenta mis fantasías...
La forma en que se mueven es llamativa también, lennnnta, leeeeeenta pero continua y si no lo miras unos minutos se fue dejando un camino de baba húmeda. Esa baba que le sirve para moverse y defenderse de amenazas...
Me llama la atención, es un bicho raro... Sabían que es hermafrodita?
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Qué buena descripción. Son pocos los que reparan en estos bichos. En general se habla de perros, gatos, hasta hamsters y tortugas. Pero de caracóles, poco y nada.
ResponderEliminarMe parece interesante que te detengas a observarlos. Son parte de los jardines, al igual que otros seres vivos que nos acompañan en la aventura de la vida.
Beso
R.P.
Gracias Ricardo!
ResponderEliminarComo otros años, me han invadido los caracoles, pero este año muchísima más cantidad. Tengo el jardín lleno y no se bien cómo, pero me encontré sacando fotos y observándolos en detalle. Me di cuenta que me fascinan!!
Besos!